miércoles, 22 de enero de 2014

Ir y venir

I

2:10 a.m. 
Se suman dos tazas de café y llega el caos, 
La soledad y su tormento consigo misma, 
El dolor no cesa, la alergia aumenta, 
Cambian las sonoridades de las madrugadas cuando se combina el insomnio con ideas vagas, 
Vagos los recuerdos, vagos los pesares, vagos sentimientos. 

Cada vez es mas fuerte el dolor, 
Llega a mi espalda la factura del castigo, 
Mi celador ríe, mi celador goza, 
Mi celador vive en plena la miseria, 
mi celador declama entre el odio y el rencor. 

Por instantes me olvido del insomnio, 
Por instantes llega el destello de acabar súbitamente con todo. 

II

2:15 a.m. 
Avanza la hora, condeno mi descanso, 
Como condeno un poco de mi libertad ante la llegada inminente de otra mañana, 
Entre el café y el dolor, condeno los poemas mas hermosos, 
Condeno la oda a tu sonrisa, 
Asesino el sublime recuerdo de tu caricia. 

¡Basta reloj, detente! 
Entre el canto de un pájaro y la alegría del día, existe solo unas pocas horas, 
Pronto tomaré el mismo tren, 
Pronto llevaré el mar de tus ojos en mi recuerdo, 
Pronto te tomaré de la mano y serás mía, 
Pronto te olvidarás de mi, pronto tu indiferencia me torturará, 
Pronto, pronto.... muy pronto. 

III

2:27 a.m. 
Pienso en mis hijos, 
Los padres partimos y los hijos son nuestra carta de presentación, 
Son nuestra única obra, 
Nuestro legado, los hijos son un grito desesperado de marcar vidas, 
Nuestros hijos son un empeño por seguir intentando hacer humana la humanidad, 
Hijos míos, viajen por este mundo, lleguen a cada rincón de mi país, 
Lleguen a calmar las penas de los solitarios, 
La soledad de los majaderos, 
Hijos míos, sean foco de luz en la profunda madrugada de los noctámbulos. 

IV

2:31 a.m. 
Ni la menor pizca de Morfeo, 
Se fue, voló quien sabe a donde y me dejó en este ring de boxeo, 
Una pelea desigual, 
Una pelea en la que la rutina ríe a carcajadas, 
Una pelea en la que estoy contra la lona de este cuadrilátero, 
La pelea entre el insomnio y el tormento. 

Cada palada de esa tierra debilita, 
780, casi 60 carretillas, innumerables esperanzas allí sepultadas, 
Germinarán las semillas, el sol acompañará esos corazones nacientes, 
Lo corazones olvidados por el sistema. 

V

3:00 a.m. 
Se fue enero, y parte con la frente en alto, 
Me jodió unas cuantas noches y avivó las esperanzas de ganar la batalla, 
Apuesto que febrero será mil veces mas implacable que enero, entre pesares, cumpleaños y tormentos.

lunes, 20 de enero de 2014

Las letras como son

"A Víctor Valera Mora, el Chino, maestro de mis letras"


Hoy, cuando las manzanas atacan mi espíritu, 
me refugio en el aroma del salitre, 
en el sol haciendo estragos en la piel, 
en los relatos de los pescadores, 
en las historias infinitas de las empanaderas de pampatar. 

Los pasos no son los mismos, 
he llegado al olvido de mi mismo. 

Bajo la sombra de este toldo, rememoro un año, 
una sombra nefasta que amenazó mis sueños, 
soy el cocuyo luchando contra la noche, 
soy el Apamate compitiendo contra el cactus. 

Los pasos no son los mismos, 
he llegado al olvido de mi mismo. 

Son tres los poemarios que llevo en el bolso, 
Cesar Vallejo, Walt Whitman y...... 
¿Quién se ha llevado al Chino Valera? 
¿La Vaca y su culpa?, ¿las 10 normas para ser exitoso?. 
Que buena vaina con los estereotipos de las librerías, 
vampiros, magos y hombres lobo. 

Los pasos no son los mismos, 
he llegado al olvido de mi mismo. 

Llego a la casa, no se encuentra en mi biblioteca, 
alguien se llevó la antología de Víctor, 
se lo llevan de las estanterías pero no de la memoria, 
Hoy amanecí de bala y no puedo leer esas líneas.