A Federico García Lorca
Ni Nueva York, ni España.
No existen países en la prosa ni en el canto,
la sentencia del tiempo es un arte y un castigo.
Toda poesía se acompaña de silencios,
los mismos que impone la dictadura,
la miseria franquista sobre una vida,
sobre todo, sobre la herencia, sobre el presente.
Que buena vaina tienen los poetas, los escritores, las víctimas, los mártires.
Que buena vaina, sin intención directa de ser inmortales y relatores de la infamia de los
conservadores,
infamia que no acepta colores, el empeño visceral de acabar con las flores, con el amor.
Del Poemario: "Sin normas para pesares" (2013)