lunes, 20 de abril de 2015

No todo es poesía, esto es reflexión

Futuro, una palabra que en la actualidad se asocia con el dólar, entonces no es futuro, es amor monetario, es ser parte del problema que debemos resolver como sociedad, pero es sencillo no hacer nada y cobrar mucho, que trabajar duro y cobrar lo justo. Existen muchas distorsiones económicas, por diversos factores, no soy economista para hablar de indicadores macroeconómicos ni estadísticas complejas que el común no maneja, lo cierto en esto es que el tema económico necesita una movida de mata, lo que el presidente Hugo Chávez denominó como el golpe de timón.

Considero importante y vital, luego de anuncios contradictorios desde lo interno del órgano encargado del tema económico, hacer cambios estructurales en esa materia, no me refiero al modelo, para nada, en 15 años ha demostrado con cifras reconocidas por organismos internacionales que es exitoso, especialmente en la distribución justa de los recursos que son del pueblo, y no de cúpulas que buscan reinstaurar el pacto de punto fijo.

Además, en el marco de una revisión profunda, es menester atender con toda la transparencia que caracteriza a la revolución, las denuncias acerca de actos de corrupción que se han reseñado, y depurar los “cuadros revolucionarios” que desprestigian las buenas intenciones que tiene el presidente Nicolás Maduro. Todo el peso de la ley para quien atente contra los intereses del pueblo y quien se lucre con los recursos de la nación.

En esta ofensiva que el presidente Maduro ha liderado frente a la guerra económica, se hace necesario identificar los problemas en distribución de los alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad, para erradicarlos de raíz y permitir que el mercado nacional reciba de forma constante y efectiva, los productos que las personas necesitamos.

Otro elemento es el acompañamiento a la industria nacional, para garantizar que los medios de producción públicos y privados, no disminuyan, ni lleguen a estados críticos, situación que no aporta nada a la búsqueda de soluciones.  

A la par de la revisión desde el gobierno, es bueno hacerla desde el poder popular, desde las bases, no podemos responsabilizar de todo al poder ejecutivo, cuando se acaparan 10  desodorantes, se es parte del problema, cuando pagas 10 veces por un producto cualquiera, eres parte del problema, cuando compras un carro Chery en 248.000 mil Bolívares y lo revendes en 1.000.000 de Bs, eres parte del problema, cuando formas parte de la red de bachaqueo de alimentos, eres parte del problema, no la tenemos fácil para acceder a los productos, pero por satisfacer los intereses económicos propios solo agudizamos el problema.

Entonces volvemos al tema central, si futuro para ti es hablar de dólar en cada esquina y aumentar capitales de forma ilícita, estamos fregados como sociedad. Hablar de futuro en la situación actual, supone la oportunidad para producir, para crear, para innovar, para hacer eso que tanta caspa genera, pero que solo en Venezuela un sector lo ve mal, el hacer patria.

Así que, redefine tu concepto de futuro y se parte de la solución, exaltemos el gen creador y maravilloso que la vida nos ha regalado, ser venezolanos.

miércoles, 8 de abril de 2015

Revisiones, parte I

En los lugares menos esperados surgen las interrogantes que pueden mover el juicio completo de una persona. La reflexión y la revisión interna se hace vital para comprender que se hace mal y como se puede mejorar una proyección social de uno mismo, lo menciono por los momentos que vivimos, por la impotencia de poder hacer más y no tener permitido hacer otras cosas. 

A la par de tener responsabilidades puntuales burocráticamente hablando, cada persona debería tener un espacio para la manifestación de sus ideas, de sus argumentos acerca de los momentos sociales específicos. En la era de las redes sociales, de los chismes 2.0, de los egos como centro del universo de la dirigencia, la revisión debe tener una participación estelar. 

Un reto y un compromiso social, al finalizar una jornada de aprendizaje, es colocar sobre la mesa todo y preguntar: ¿Estoy haciendo lo necesario para aportar al futuro del país?, ¿Cuantas veces he reído hoy?, ¿Abrí la puerta de la señora que estaba cargada del carajito y la bolsa del mercadito?, ¿Conformismo o conspiración?, ¿Generé un elemento destructivo para que el sistema que no termina de morir lo haga?, ¿Es queja o es propuesta?, ¿Escribí o leí algo?.

Estas interrogantes llegan al puño y letras de este humilde servidor por diversos momentos y elementos, cumplidos los 30 años son muchas las cosas por revisar, y otras tantas por rectificar, que me disculpen los conservadores, pero se trata de no dejarse llevar por la marea de quien busca joder a otros jodidos, ¡No, esa es la mayor de las miserias!, todo lo contrario, es hacer nuestro aporte para influir en el común denominador que es arrastrado a hacer lo que la santa pantalla manda, y por el que dirán de un estatus social que a nadie realmente importa. 

Leer es un acto subversivo, en los tiempos que estamos, de la era de Google y las neuronas de los mega bytes, debemos, literalmente, parir ideas, pujar, desde el metro cuadrado en que nos encontremos, hacer hasta lo imposible porque el tiempo se invierta en la realización de una sociedad más justa que nuestros nietos heredarán algún día.

Una sola persona no puede cambiar el mundo, pero puede generar las condiciones para que otros lo logren. Va para quien soy en este momento y para quien seré en un día, un mes, un año o en una década. 

domingo, 5 de abril de 2015

Delincuencia

Allí, donde mis letras perdieron sentido,
Allí donde vi tu sonrisa nublando mi panorama,
Ese es el lugar que recuerdo y lamento,
Cuando perdí mi juicio por ti,
Cuando sin conocerme y sin saberlo,  te robaste mi atención y lo poco de corazón que la humanidad me ha dejado.