Llevo
el disfraz de un cangrejo
a la deriva.
Así, con el corazón en ningún lugar,
como cuando miro mis manos y no veo nada
¿Y
si decidiera escuchar los sonidos del mundo mediante el caparazón
del cangrejo?
Levitaría,
levitaría
y levitaría
levitaría
lejos
levitaría y terminaría atrapado
existiría
en los vientos,
en cualquier lugar donde sople la vida.
En
ese lugar escribiría para quien quiera leer
cantaría para
quien quiera escuchar
lloraría
por quién murió en la tenebrosa niñez de mi soledad
estas
mieles de sangre las consumo como las
glorias del alpinista tras cada
cima conquistada.
No
quiero silencios escandalosos
ahora soy el cangrejo
el animal que no llora
el que ríe
cangrejo
cangrejo maldito
hurga la vida como lo haces con
la arena para comer
felicidad.