domingo, 3 de enero de 2010

La Neo Esclavitud.


Actualmente muchas empresas muestran dos caras de la moneda. Algo similar a los hipócritas ó a la reina de diamante de un juego de naipes. Un descaro que cuida muy bien su imagen, elaborando campañas publicitarias atractivas para todos los sectores de la sociedad, una persona blanca, de ojos claros (por lo general verdes o azules), de cabello liso. Paquete completo para vender exitosamente un producto. También, utilizan elementos de sexuales para atraer consumidores.

Esa es la historia que todas y todos conocemos. En nuestra amada sociedad, nuestra absurda, decadente, contradictoria e insensible sociedad, la rutina y la monotonía desvían nuestra atención sobre asuntos delicados para nuestras hermanas y hermanos inmigrantes.

Tan delicado es, que vale más un carrito de helados, que la vida misma de quienes diariamente ofrecen su fuerza de trabajo a cambio de una remuneración económica para vivir, similar a la efectuada por las grandes transnacionales en los países asiáticos para reducir los costos de producción de todos sus productos. La declaración Universal de los derechos humanos, establece en el segundo numeral de su artículo N° 2 lo siguiente: “…no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente...” más adelante en la misma declaración, el artículo N° 4 establece: “Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.”

Uno, por no decir el más grande de todas y todos los venezolanos que ha parido nuestra patria, El Libertador Simón Bolívar, luego de la expedición de los cayos, decreta la abolición de la esclavitud en Venezuela. Pero no fue hasta 1854, cuando el presidente de aquel momento, José Gregorio Monagas, decretara el fin de la misma. Recientemente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela del año 1999, establece en su artículo N° 4 lo siguiente: “Ninguna persona podrá ser sometida a esclavitud o servidumbre”.

Se hacen necesarias estas citas para realizar una crítica constructiva dentro del proceso revolucionario y de transformación social que vive el país. ¿En que punto del Socialismo se permite que empresas nacionales y transnacionales apliquen esta práctica inhumana para los inmigrantes ilegales que están en el país? No se pretende atentar sobre las amigas y amigos jamaiquinos, haitianos y de otras nacionalidades que trabajan explotados y esclavizados por empresas heladeras, de comida rápida y demás ramas. Sino, hacer un llamado de atención a los organismos del estado para erradicar estas prácticas contra revolucionarias que actualmente se repiten en las calles de la capital.

Un camión reparte a los heladeros en zonas determinadas, cada uno de ellos debe caminar hasta más de 9 horas para lograr vender los productos. Hace una semana, una servidora pública de Mercal, relataba muy conmocionada una historia atípica para nosotros, pero cotidiana para los explotadores de los heladeros. En una toma cultural dentro de la casa de las misiones, un heladero, que hablaba muy poco español, quería tomar el micrófono para cantarles a las y los asistentes. La servidora, ante tal pedido habló con varios de los artistas populares presentes, y le facilitaron al amigo heladero la oportunidad de expresar, con una guitarra, todas las emociones represadas, producto de la explotación que vive por parte de esas empresas de ceguera permanente. En ese momento, dijo: “No Hablar español, cantar Francés, y contar nuestra realidad”. Con lágrimas, y una excelente voz, contó la funcionaria que el muchacho regalo tres canciones en Francés y otra en Ingles.

Cuantas historias como esa, o con peores realidades están inmersas en los grandes comerciales de tv. Detrás de las Grandes Corporaciones establecidas en el país. Cuantas han silenciado y cuantas evitan salir a la luz por garantizar alimentos a sus familiares que dependen de la miseria en que están inmersos, solo por vivir. Por ser un extranjero, por mejorar la calidad de vida de sus descendientes, por no contar con identificación.

El socialismo del siglo XXI no se puede permitir la expansión de este lamentable panorama. Nuestro socialismo, está en construcción, por ser así surge este escrito, por ser un Socialismo Bolivariano no podemos virar la mirada hacia otro lugar, se lo debemos al pasado, a las y los extranjeros que lucharon junto al Libertador por esta patria como si fuese la suya, por garantizarnos la oportunidad de gozar una plena libertad, se lo debemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario