lunes, 24 de noviembre de 2014

¡Volvieron!

¡Volvieron!
El olor a tierra mojada las ha guiado,
pensaba en un mundo sin bemoles, sin colores, sin ilusiones,
hasta hoy, mis letras salen de las sombras y alumbran los pasos del poeta errante.

¡Cantan!
Con la tonada, con el galerón, ¡con la rumba!
Hasta mi voz, que no es la mejor compañía ha sido útil. 

¡Celebro!
Camino mi país y surgen las metáforas, las imágenes añejadas,
caminando soy el relator del pueblo, el contador de contadores,
Señora, ¿ese cuento suyo cómo era?,
La alegría, sonó como la risa del carajito para la madre primeriza la tarde de Agosto,
La alegría, la del guerrillero tras una pregunta de un chamito, 
decía algo así: "¿Y los años porfiados no pueden dañar la marcha de la gente?...
O la del perro, porque los animales también viven de esperanzas y alegrías,
tras la llegada de esos cómicos, crueles y extraños seres que se hacen llamar "dueños".

Cualquier empuje de las musas hay que celebrarlo y registrarlo, a esta hora salgo para el bulevar, a ver si coincido con el Chino Valera y jodo a la vida por esa necedad de pintarme días grises entre tantos amarillos azules y rojos...   

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